Mencionar la ciudad suiza de Lucerna es mencionar el agua; podríamos decir que es la Venecia suiza. Lucerna es una ciudad medieval, de la parte central de Suiza, pequeñita pero con mucho encanto. Se encuentra atravesada por el río Reuss, está rodeada de parajes naturales alpinos, se asienta a orillas del gran lago de los Cuatro Cantones, tiene un conjunto arquitectónico muy llamativo y sorprenden sus numerosos puentes. Otro de los atractivos de esta ciudad es su amplia oferta museística y cultural y su situación geográfica, ya que al encontrarse en el centro de Suiza, desde ella podemos visitar otras ciudades cercanas como Berna, Zug o Zürich. Lucerna se puede visitar perfectamente en 2 días por lo que lo mejor es planear una ruta que incluya también alguna de las otras ciudades ya mencionadas.
El Kapellbrücke (Puente de la Capilla) es la principal seña de identidad de esta ciudad. En el siglo XIV se construyó como parte de la fortificación de la ciudad y se le denominó "puente de la Capilla" debido a su proximidad a este espacio de culto. En este puente, techado y de madera, se pueden apreciar pinturas del siglo XVII que narran la historia de la ciudad de Lucerna y otros acontecimientos suizos. Tras sufrir un incendio que lo devastó casi por completo, el puente se reconstruyó a finales del siglo XX y actualmente ha recuperado su apariencia original. A la mitad del puente, te sorprenderá encontrar una torre octogonal: la Torre del Agua. Esta torre, en alemán Wasserturm, cumplió varias funciones diferentes en la antigüedad ya que sirvió a Lucerna de bastión defensivo pero también se utilizó como prisión y sala de torturas. Como puentes no faltan en esta ciudad, otro interesante puente que conecta las dos orillas de Lucerna es el Spreuerbrücke, Puente de los Molinos, que también formaba parte de la fortificación de la ciudad. Su nombre se debe a que se encuentra en un lugar donde antiguamente era habitual tirar los restos de la molienda. El puente de los Molinos sí se conserva intacto y en su interior cuenta con una pequeña capilla.
puente de la Capilla |
Si es agradable pasear por los puentes que atraviesan Lucerna, las plazas y calles del casco antiguo de la ciudad tampoco tienen nada que envidiarles. En una de las orillas del Reuss podemos encontrar edificios medievales muy bien conservados y una sucesión de preciosas plazas como la Plaza de los Molinos, la Plaza del Ciervo o la del Vino. Algunos de los edificios de estas plazas presentan unas pinturas impresionantes en sus fachadas. Basta con darse un paseo por estas calles para apreciar estos preciosos edificios entre los que destaca el antiguo Ayuntamiento, Altes Rthaus, de aire renacentista y coronado por una inmensa Torre del Reloj. A lo largo de la ciudad encontraremos también parte de la muralla que formó parte de la fortificación defensiva de la ciudad. La muralla cuenta a su vez con 4 torres entre las que yo recomiendo visitar sobretodo la de Zytturm, que posee el reloj más antiguo de la ciudad. Las vistas a las montañas, el lago y el resto de la ciudad son sorprendentes. Después de tanto andar es normal que uno esté cansado, así que para reponer fuerzas tras una larga excursión por la ciudad no hay nada mejor que tomarse algo en los bares y terrazas que inundan estas calles y plazas.
En Lucerna también podemos visitar el Museo Picasso, Picassomuseum. Se ubica en un edificio construido entre los siglos XVII y XVIII y se sitúa junto al Ayuntamiento. Yo no lo visité así que no puedo opinar demasiado sobre las obras que se exponen. Por otro lado, entre los edificios de culto destaca la iglesia de los Jesuítas, Jesuitenkirche, de estilo barroco y construida a orillas del Reuss en el siglo XVII. Se reconoce fácilmente por sus torres gemelas con cúpulas bulbosas verdes. Asimismo, la colegiata de San Leodegario presenta un estilo renacentista tardío y en su puerta principal los dos santos patronos de la ciudad protegen la entrada: San Leger y San Mauricio.
iglesia de los Jesuítas |
Y si hay algo por lo que destaca Suiza es por su extraordinaria naturaleza. Para disfrutar de estos paisajes verdes en Lucerna tenemos dos opciones:
1. Visitar el Jardín de los Glaciares, Gletschergarten. Este jardín, situado en las proximidades del lago, merece una visita no solo para disfrutar de la naturaleza sino además para conocer cómo era esta antigua zona glaciar de la ciudad. El parque también incluye un divertido laberinto y casas de época. A la entrada no podemos perdernos uno de los principales símbolos de Lucerna: el león herido. Este león tallado en la roca es un homenaje a los caídos suizos durante la Revolución francesa.
2. Subir al Château Gütsch. Algo más alejado del centro de Lucerna se encuentra el castillo de Gütsch, que actualmente funciona como hotel. La visita al castillo merece la pena ya que desde él se obtienen las mejores vistas de todo el cantón. Además, el castillo se encuentra rodeado de bosques y montañas donde se puede pasar un día tranquilo en contacto con la naturaleza (se puede subir en funicular).
No hay nada mejor que ver todo esto con los propios ojos, pero hasta que lo hagáis os dejo el siguiente vídeo:
Y HASTA AQUÍ LA VISITA A LUCERNA PERO AÚN PODEMOS VISITAR BERNA...
Berna: Patrimonio de la Humanidad