lunes, 9 de marzo de 2015

París: de Notre-Dame al arco del Triunfo

Oh là là Paris...!
París es una ciudad grande en la que hay tanto que ver que es normal que se nos quede algo atrás. Sin embargo, si nos organizamos bien podemos verlo todo en varios días. Tras perdernos por el barrio de los pintores, en esta ocasión recorreremos París de una punta a la otra, empezando por la preciosa catedral de Notre-Dame y terminando en los famosos Campos Elíseos. En un día, y tomándonoslo con tranquilidad, podemos visitar la orilla este del Sena y admirar algunos de sus monumentos más populares. Dejaremos para otro día la orilla contraria.

Notre-Dame
gárgola
La joya de la arquitectura gótica merece una visita detenida.
Si bonita es su imponente fachada, el interior no se queda atrás: preciosas vidrieras y rosetones colorean el interior de Nuestra Señora de París. Hay que guardar fuerzas para subir sus empinadas escaleras que llevan a los diferentes cuerpos de la catedral. Recomendadísimo el subir hasta el campanario para ver de cerca las gárgolas, la aguja y las famosas campanas que tienen un papel fundamental en la novela de Victor Hugo, Notre-Dame de Paris. Además de poder ver de cerca las gárgolas o las campanas, las vistas de todo París son impresionantes. Si subir cansa ya aviso que bajar tampoco es que sea mucho más fácil pero el esfuerzo habrá merecido la pena.
Una vez visitada Notre-Dame, justo delante de la fachada principal, en la plaza que se abre, podemos hacernos la tradicional foto en el kilómetro 0 de la capital.


Pompidou
Si nos desviamos un poquito de la vera del Sena podemos dejarnos caer por el centro Pompidou. El edificio en sí es bastante curioso y la fuente que hay fuera es muy original y llamativa. Dentro del centro podemos disfrutar del museo de arte moderno que incluye diferentes exposiciones permanentes y temporales, de la biblioteca y de los conciertos y actividades que se celebran en fechas determinadas.
El primer domingo de cada mes la entrada es gratuita y los menores de 26 años pueden entrar gratis todos los días.
fuente Stravinsky

Museo del Louvre
El museo del Louvre necesita un día entero, o incluso más, para poder visitarlo en su totalidad. Sin embargo, aunque no entremos a ver las colecciones, merece la pena pasearse por el exterior y ver sus pirámides de cristal. También podemos acercarnos al Puente de las Artes (pont des Arts) que se ha hecho bastante famoso en la ciudad tras la novela de Federico Moccia, Tengo ganas de ti. Muchas parejas dejan un candado en este puente y, aunque el ayuntamiento no está muy a favor de esta constumbre, la verdad es que la perspectiva del puente llena de candados de diferentes colores, tamaños y formas llama mucho la atención.

Jardín de Tuileries
Desde el museo del Louvre podemos continuar la visita a través del jardín de las Tullerías (Tuileries). Este jardín es perfecto para desconectar de la gran ciudad y muy apropiado si queremos parar a descansar. Al final del jardín nos toparemos con el obelisco y, según la época del año, podemos encontrarnos también con la noria que se instala allí entre los meses de noviembre a febrero. En el parque hay algunos kioskos que venden crêpes y gofres tanto dulces como salados.


Campos Elíseos (Champs Elysées)
Casi sin darnos cuenta pasamos del tranquilo jardín de Tuileries a la bulliciosa avenida de Champs Elysées. En esta famosísima avenida encontramos tiendas de marcas muy variadas: moda, complementos, perfumerías, la tienda Disney... Además de tiendas, predominan las numerosas "boulangeries" y cafeterías donde podemos tomarnos un pain au chocolat o un croissant. Muchas de estas cafeterías ofrecen menús (bollería+bebida) por unos 3€. La Brioche doré tiene una gran variedad de pasteles y bollería y los cafés son de los mejores de la ciudad.


Arco del Triunfo
Y tras recorrer la siempre animada avenida de Champs Elysées por fin llegamos al que pondrá el punto y final a nuestra visita de hoy: el arco más grande del mundo construido por orden de Napoleón para conmemorar la victoria del emperador en la batalla de Austerlitz. A los pies del arco, cada día a las 18:30, se enciende una llama para recordar al "soldado desconocido". Este acto es bastante curioso y reúne cada día a muchos turistas y curiosos. Se puede subir al arco aunque, en mi opinión, es más bonito subir a Notre-Dame.



Será ya de noche, o casi, cuando lleguemos al Arco del Triunfo así que lo mejor es descansar para estar fescos al día siguiente... todavía queda taaanto por ver... la torre Eiffel, Les Invalides, el palacio de Versalles, el Panteón...


¡¡¡... nos leemos entonces en la próxima!!!

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