Para mi gusto Barcelona es una de las ciudades más bonitas de España. Algo que me llamó mucho la atención cuando visité la ciudad es que, a pesar de ser una gran ciudad, el ritmo de vida es bastante tranquilo (obviando el metro, que es un caos). En Madrid, por ejemplo, la gente parece que va siempre con prisas, hay mucho ruido y pocos espacios verdes donde poder relajarse y desconectar de la vida en la gran ciudad... A mí Barcelona me dejó muy buen sabor de boca, así que, si todavía no la conoces, deberías dejarte caer por allí.
Si hay algo por lo que destaca Barcelona es por el legado de Gaudí que podemos encontrar en cada rincón de la ciudad. Por eso, es imprescindible visitar las fachadas de la Casa Milá (popularmente conocida como La Pedrera) y la Casa Batló, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Estas construcciones representan el modernismo catalán pero cada una de una forma diferente... El inacabado templo de la Sagrada Familia también te dejará boquiabierto. En esta ocasión merece la pena pagar la entrada (unos 13€, gratis para los desempleados) ya que el interior es más sorprendente aún si cabe...
Parc Güell |
Sagrada Familia |
Otro de los lugares más bonitos de Barcelona es la Ciudadela. Este parque es un buen sitio para sentarse en un banco a descansar mientras se disfruta de la tranquilidad más absoluta. Dentro del parque también hay un zoo, aunque para mi gusto lo más bonito es la parte de la cascada y el lago, ¡parece mentira que sigamos estando en el centro de Barcelona! La Ciudadela suele acoger numerosos espectáculos culturales como conciertos, concursos gastronómicos, etc. todo depende de la fecha, aunque si no tenemos la oportunidad de acudir a alguno de estos espectáculos, un simple paseo por el parque no te dejará indiferente.
Parc de la Ciutadella |
Barcelona es una de esas ciudades, como París, en las que simplemente con dar un paseo por sus calles quedas maravillado. No podía ser de otra forma ya que con calles como el Paseo de Gracia o Las Ramblas quién se atreve a decir lo contrario... En Las Ramblas es bien sabido que hay que andarse con cuidado porque sabes qué llevas encima cuando entras pero no si lo conservarás cuando acabes tu paseo... Aún así, un paseito por esta avenida es obligatorio para disfrutar de sus diversas estatuas vivientes, los puestos de flores, el mercado de la Boquería, la fuente de Canaletas... A uno de los lados de esta famosa avenida se abre una calle que desemboca en el Museo de Cera. Yo en el museo no estuve y no sé si merece la pena o no pero sí que recomiendo meterse en la calle para toparse con un bar muy inusual: el Bosque de las Hadas, Bosc de les Fades. Puedes entrar simplemente para cotillear un poco y hacerte alguna fotillo, aunque también te puedes quedar y probar bebidas de lo más curiosas.
Bosc de les Fades |
Fuente mágica del Montjuic |
Pues el Montjuic es otra seña de identidad de la ciudad. Una vez arriba se puede visitar el castillo, el Museo de Arte Nacional de Cataluña, el Palau Sant Jordi, el Jardín botánico... pero lo más chulo es el espectáculo de la fuente central que tiene lugar todos los días por la noche. Otra de las ventajas de Barcelona es que cuenta con 10 playas con modernas instalaciones, wifi, arena fina y dorada, aguas cristalinas... Yo solo puedo hablar de La Baceloneta y solo tengo palabras positivas: se encuentra a escasos metros del centro de la ciudad, está muy limpia, cuenta con redes de volley y en su paseo marítimo se suceden diferentes bares donde se puede degustar la gastronomía local (recomiendo la butifarra y las diferentes clases de pescados). Otra ciudad que acoge buenas playas y que se localiza cerca de Barcelona es Sitges. Es muy conocida por su festival de cine pero la verdad es que esta pequeña ciudad esconde muchas curiosidades. Yo, además de por las cristalinas aguas de su playa, me quedo con los concursos de figuras de arena que se celebran de vez en cuando: es asombroso ver como en poco tiempo se construyen obras de arte tan perfectas y llamativas solo con arena. Sitges se puede visitar perfectamente en menos de un día.
En los alrededores de Barcelona también merece la pena visitar el Monasterio de Montserrat. A este monasterio benedictino se sube en teleférico ya que se encuentra enclavado en una montaña a 720 metros sobre el nivel del mar. Una vez arriba se puede visitar el propio monasterio, que incluye a la Virgen de Montserrat, y también hacer senderismo por las diferentes rutas propuestas. Una cosa está clara: las vistas son inmejorables. Hace unos años, cuando yo fui, había que hacer diferentes transbordos de metro y tren para llegar desde el centro de Barcelona hasta el propio monasterio pero, afortunadamente, actualmente existe un tren turístico, Montserrat Express, que va desde el centro de la ciudad hasta la montaña en una hora y media.
monasterio de Montserrat |
Por mucho que te lo cuenten, Barcelona es para vivirla...
¡Hasta la próxima!