viernes, 5 de diciembre de 2014

Estrasburgo se pone guapa por Navidad

En diciembre, Estrasburgo se pone sus mejores galas...

La ciudad francesa de Estrasburgo, Strasbourg, es conocida internacionalmente por ser la sede del Parlamento Europeo. Sin embargo, durante el mes de diciembre todo el protagonismo de la ciudad se lo lleva su mercado navideño: olor a pan de jengibre y vino caliente en las calles, frío, puestecitos de toda clase, decoraciones navideñas espectaculares, castañas asadas, nieve... Estrasburgo es una ciudad realmente bonita en cualquier época del año, pero sin duda su mercado navideño la convierte durante el mes de diciembre en la capital de la Navidad por excelencia. El mercado se despliega por toda la ciudad y se divide en diferentes zonas temáticas.
Estrasburgo, capital de la Navidad.


EL MERCADO:
Del 27 de noviembre al 31 de diciembre 2015

- El Christkindelsmärik (mercado del Niño Jesús) en la place Broglie.
Este es uno de los mercados principales y en él econtrarás de todo: regalos navideños, de decoración, gastronomía muy variada (los tradicionales crêpes, las "cabezas de negro", bretzels, choucroute, marron glacé... incluso algodón de azúcar), etc.



- Le marché de la Cathédrale (mercado de la catedral) en la place de la Cathédrale.
Este es el otro mercado principal de la ciudad. Se forma en uno de los laterales de la catedral, justo enfrente de la oficina de turismo. Aquí encontrarás más o menos lo mismo que en el Christkindelsmärik pero con el añadido de la espectacular catedral como telón de fondo. Dentro de la catedral tienen lugar conciertos de gospels, orquestas, coros, solistas...

- Le marché des délices de Noël d'Alsace en la place d'Austerlitz.
Este mercado es para ponerse las botas ya que en cada puesto se ofrecen degustaciones de los productos locales que se venden en ellos. En estos puestos hay de todo: quesos y foie de diferentes clases, frutos secos, vinos...
Recomendadísimo el mousse de foie grass alsacienne (mousse de foie gras alsaciano) que está riquísimo y muy bien de precio.

- Noël des enfants (el mercado de los niños). Dedicado especialmente a los más pequeños, este mercado ofrece cuentacuentos, talleres de manualidades, el encuentro con Papá Noel...

- Le Village du Partage (la aldea de la solidaridad) en la place Kléber.
Los puestecitos que encontrarás en esta plaza están todos dedicados a la solidaridad; en ellos se pueden comprar christmas y estampas y el dinero recaudado por cada asociación se destina a diferentes causas. Además, en esta misma plaza todo el protagonismo lo acapara el árbol de Navidad, espectacular. Antiguamente era tradición dejar en el árbol regalos para aquellas personas que no puediesen comprar nada a sus hijos en estas fechas. Actualmente no se dejan regalos pero se puede colaborar con las diferentes asociaciones que inundan la plaza. Por las noches, alrededor del árbol se cantan villancicos y puede participar todo el que se anime.

Además de sus mercados, Estrasburgo ofrece durante estas fechas otras muchas animaciones como una pista de patinaje, rutas guiadas para descubir la ciudad, una noria, espectáculos de luces y sonidos (como el son et lumières que tiene lugar en la fachada de la catedral o en la de la oficina de turismo), etc. Aquí os dejo el programa de 2016, el inconveniente es que no está en español pero más o menos informa sobre lo que ya os he contado.
Estrasburgo en Navidad


LO IMPRESCINDIBLE

catedral
El centro histórico de Estrasburgo, declarado Patrimonio de la Humanidad, es conocido en Francia como la Grande Île. Gracias a que el centro es peatonal, resulta muy cómodo pasear por sus calles y contemplar los diferentes puntos de interés de la ciudad. El centro merece una visita minuciosa por cada una de sus calles ya que cada casa esconde un detalle diferente a la anterior. La construcción de algunas de estas casas en madera oscura le dan al centro un cierto aire medieval que contrasta muchísimo con otras zonas de la ciudad que presentan un aire más moderno.
En el centro de la ciudad llama la atención la imponente catedral de la ciudad. Su estilo es mayoritariamente gótico y su torre, de 140 metros de altura, es la más alta de todas las de las catedrales del mundo. Prácticamente desde cualquier punto de la ciudad se puede divisar la torre rosada de la catedral, lo que es muy útil para tener siempre un punto de referencia para no perderse. En el interior lo más llamativo es el órgano, las vidrieras y el reloj astronómico del siglo XIX. En la misma plaza de la catedral, junto a la oficina de turismo, hay una casa del siglo XVI muy bonita: la maison Kammerzell. La place Kléber es uno de los puntos más animados de la ciudad. En diciembre acoge parte del mercado navideño de Estrasburgo, pero el resto del año está muy concurrida gracias a actuaciones callejeras, sus tiendas y sus cafés, etc.
Otro edificio realmente espectacular es el Palais Rohan. Este magnífico  palacio del siglo XVIII alberga en su interior tres museos: el de artes decorativas, el arqueológico y el de Bellas Artes. Yo el interior no lo visité pero la entrada costaba unos 5€.
Petite France
También merece una visita la llamada Petite France. En este barrio de la ciudad es donde se aglomeran los canales de la ciudad y donde se regula el canal del agua.
Esta parte de la ciudad tiene un encanto especial con sus calles adoquinadas, las casas de mandera a orillas de los canales, el bateau mouche que transporta a los turistas, las pequeñas embarcaciones... Es perfecto para dar un tranquilo paseo.

Parlamento Europeo

En la parte más moderna de la ciudad destacan el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y el Palacio de los Derechos Humanos. El edifio del Parlamento es muy llamativo y está a orillas de un canal. Cerca del Parlamento podemos disfrutar, y descansar, en el parque más grande de Estrasburgo: el Parc de l'Orangerie. En este parque podemos descansar a orillas del lago pero también podemos visitar una especie de zoo donde cuidan de toda clase de mamíferos y, por supuesto, de las cigüeñas (símbolo nacional de Alsacia).

parc de l'Orangerie


GASTRONOMÍA

Cómo iban a faltar unas líneas dedicadas a la gastronomía alsaciana...
Sea diciembre, abril u agosto hay ciertos platos típicos de Alsacia que tenemos que probar en nuestra visita a Estrasburgo. Yo recomiendo especialmente un aperitivo, un plato principal, una bebida y un postrecito, todo ideal para la visita a Estrasburgo en los meses de más frío:

bretzels
Bretzels: estos aperitivos se comercializan en todo el mundo pero son originarios de esta región francesa y aquí los podemos probar de diferentes sabores: los originales, con queso, con chocolate o con azúcar. Eso sí, estamos acostumbrados a pequeños snacks pero la realidad es que son bastante grandes.


Choucroute: el plato estrella en Alsacia. Al parecer, la procedencia de este plato es un tanto polémica ya que los alsacianos lo reclaman como propio, los alemanes también lo atribuyen a su país y los polacos reivindican que este plato era parte de la alimentación básica de sus habitantes desde hace cientos de años. Sea como sea, hay que probarlo. El plato es una mezcla de col picada, patatas hervidas, salchichas y tocino. Es un plato bastante pesado la verdad, pero cuando hace frío se agradece.


vino caliente
Vino caliente (vin chaud): imprescindible para soportar el frío de Estrasburgo. En el mercado navideño hay numerosos puestecillos que venden estos caldos y es muy normal ver a locales y visitantes paseando por las calles mientras se calientan con estas bebidas. Los hay de todos tipos y con toda clase de especias. La fragancia de estos caldos perfuma toda la ciudad así que nos podemos hacer una idea de cómo van a saber...

Cabeza de negro (tête de nègre): los que sean tan golosos como yo no verán la hora de dejar de comer estos dulces. Se trata ni más ni menos que de un merengue recubierto de una fina capa de mantequilla que a su vez se recubre de chocolate negro, con leche o blanco... de ahí su nombre que, por cierto, ya causó cierta polémica xenófoba. Hay una variante, "cabeza de mulato", que se recubre de café. Yo solo le pongo un "pero" a estos dulces: están demasiado buenos y no llenan con lo cual comes y comes y comes...


Ahora que se va acercando la Navidad no hay mejor destino que Estrasburgo para vivir al 100% esta festividad. Si ya de por sí esta ciudad francesa es bonita en cualquier época del año, en el mes de diciembre es insuperable. Ya lo dice su eslogan "Estrasburgo, capital de la Navidad" y no exagera en nada. Yo tuve la gran oportunidad de pasar un fin de semana en Estrasburgo hace un par de años y, aunque la Navidad no sea la fiesta que más espero a lo largo del año, la verdad es que disfruté de lo lindo.

¡Hasta la próxima!

Entrada relacionada:
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Budapest se ilumina en Navidad

viernes, 14 de noviembre de 2014

Córdoba: Patrimonio de la Humanidad

Como ya adelanté en la entrada anterior, este fin de semana me he dejado caer por Córdoba y me he llevado muy buen sabor de boca de la ciudad. Tengo que reconocer que lo que más me ha gustado de la ciudad ha sido su gastronomía, así que para ir abriendo el apetito ¿qué mejor que empezar por sus platos típicos?


GASTRONOMÍA

Lo que más predomina en Córdoba son las tabernas donde tapear y probar los diferentes platos que ofrece su cocina. Gracias a la huella que dejaron en la ciudad las diferentes civilizaciones que pasaron por aquí a lo largo de los siglos, la variedad de platos que podemos encontrar en Córdoba difícilmente se puede encontrar en otras ciudades españolas. De todos estos platos yo destacaría 4:


BERENJENAS CON MIEL
Tengo que reconocer que las berenjenas nunca han sido santo de mi devoción y de hecho no suelo comerlas. El primer día, en una de las tabernas en las que nos sentamos a reponer fuerzas, el camareo nos recomendó este plato (o tapa). Yo en un principio no mostré mucha ilusión por el plato pero mis amigas decidieron pedirlas para ir picando hasta que llegase el plato que habíamos pedido cada una. Llegaron las berenjenas y yo por no hacer el feo de no probarles cogí una, luego dos, luego tres... ¡y me las habría comido todas! Es un plato que recomiendo al 100% a todo el que visite la ciudad. El plato es sencillo: las berenjenas están fritas (o al menos crujientes) y rebosadas con miel. La mezcla de la berenjena y la miel hace que se aprecien los dos sabores pero de una forma muy suave.


SALMOREJO CORDOBÉS
En otras ciudades andaluzas también es típico el salmorejo como entrante. Esta crema fría de tomate se agradece, y mucho, con la calor. Se suele tomar especialmente en los meses de verano pero como este año parece que el verano nos va a acompañar hasta la entrada del invierno, todavía las tabernas y bares de la ciudad lo incluyen en su menú. El que yo probé estaba presentado con huevo y jamón en daditos.


FLAMENQUÍN CORDOBÉS
Como plato principal recomiendo el flamenquín de jamón. Todos, o casi todos, habremos probado alguna vez un flamenquín pero la verdad es que yo nunca había probado uno tan rico y tan casero: no hay dos iguales.



PASTEL CORDOBÉS
Estaba clarísimo que no me iba a ir de la ciudad sin haber probado su repostería así que, una vez, seguí la recomendación de los propios cordobeses y probé su "pastel cordobés". El pastel, muy rico, es una masa de hojaldre rellena con cabello de ángel y decorada con almendras y canela. Empalaga un poco, pero está muy bueno.



QUÉ VER

Como es natural, lo más visitado de Córdoba es su Mezquita-Catedral. En el exterior podemos darnos una vuelta por el el Patio de los Naranjos y contemplar la torre. Inicialmente en este patio predominaban las palmeras pero ahora solo encontraremos naranjos. La torre actual, que se contempla desde la autovía, está construida sobre el antiguo alminar de Abderramán III y en ella encontraremos campanas y la escultura de San Rafael, arcángel custodio de la ciudad. Junto a la torre está la Puerta del Perdón, que en época musulmana constituía la principal entrada a la mezquita. Una vez en el interior de la mezquita nos perderemos en un bosque de columnas y arcos blancos y rojos. También podremos contemplar otros tipos de arcos muy utilizados por los musulmanes en la época, así como preciosos elementos de decoración, pinturas, etc.
La entrada a la mezquita es algo cara, la verdad, ya que cuesta 8€ y no hay ningún tipo de reducción.
A pocos metros de la mezquita, se puede visitar también el Alcázar de los Reyes Cristianos. Este alcázar, junto con sus jardines, es una antigua fortaleza que sirvió a los Reyes Católicos de residencia durante casi una década. El interior del alcázar en sí no tiene mucho que ver aunque sí merece la pena subir a sus torres para obtener una preciosa panorámica de la mezquita de Córdoba, el Guadalquivir y el puente romano. A mí lo que más me gustó fueron los jardines, que me recordaron un poco a los jardines franceses como los del Palacio de Versalles: grandes fuentes, flores de muchos colores y de fondo el alcázar. En estos jardines también se puede ver una escultura que simboliza el encuentro entre los Reyes Católicos y Colón.
La entrada cuesta 4,5€ y para los estudiantes 2,25€.
Una vez visitado los dos grandes monumentos de la ciudad, es un buen momento para perderse por la judería. Entre sus calles puedes encontrar de todo: tiendas de recuerdos, tabernas, la sinagoga, la casa de Sefarad, un mercado de artesanía, etc. Para recorrer estas calles no hace falta mapa, lo mejor es descubrir todo su encanto por nosotros mismos. Para poner punto final a la visita del centro de la ciudad tenemos que pasar por debajo de la Puerta del puente para cruzar el Guadalquivir por el precioso puente romano. Una vez en la otra orilla queda una estampa muy bonita del recorrido del puente por el río y la Mezquita y el Alcázar de fondo.
puente romano y Mezquita-catedral

También podemos completar la visita a Córdoba paseando por los restos arqueológicos de Medina Azahara. Personalmente creo que ahora mismo no merece mucho la pena esta visita ya que gran parte del conjunto está de reformas y no se puede acceder a determinadas salas. En ningún sitio avisan de este cierre parcial al público así que ciudado de no llegar hasta allí, pagar por el bus que te acerca hasta el conjunto arqueológico y luego llevarse el palo de no poder visitar la parte más espectacular: el salón de Abd al-Rahman III, el pabellón central, las habitaciones anexas al salón de Abd al-Rahman III o gran parte de los jardines.
La entrada al museo y a la proyección es gratuita, el autobús que lleva desde el museo hasta el conjunto arqueológico cuesta 2,10€, la entrada en sí al conjunto es gratuita.
En este enlace podéis ver los horarios y tarifas de todos los monumentos de la ciudad y sus alrededores. Otras de la ciudades andaluzas que quedan cerca y que merecen también una visita, aunque más detallada que la de Córdoba, son Sevilla y Granada.

¡Espero que hayáis disfrutado de este paseito por Córdoba!

jueves, 16 de octubre de 2014

Lucerna: una Venecia suiza

Mencionar la ciudad suiza de Lucerna es mencionar el agua; podríamos decir que es la Venecia suiza. Lucerna es una ciudad medieval, de la parte central de Suiza, pequeñita pero con mucho encanto. Se encuentra atravesada por el río Reuss, está rodeada de parajes naturales alpinos, se asienta a orillas del gran lago de los Cuatro Cantones, tiene un conjunto arquitectónico muy llamativo y sorprenden sus numerosos puentes. Otro de los atractivos de esta ciudad es su amplia oferta museística y cultural y su situación geográfica, ya que al encontrarse en el centro de Suiza, desde ella podemos visitar otras ciudades cercanas como Berna, Zug o Zürich. Lucerna se puede visitar perfectamente en 2 días por lo que lo mejor es planear una ruta que incluya también alguna de las otras ciudades ya mencionadas.


puente de la Capilla
El Kapellbrücke (Puente de la Capilla) es la principal seña de identidad de esta ciudad.  En el siglo XIV se construyó como parte de la fortificación de la ciudad y se le denominó "puente de la Capilla" debido a su proximidad a este espacio de culto. En este puente, techado y de madera, se pueden apreciar pinturas del siglo XVII que narran la historia de la ciudad de Lucerna y otros acontecimientos suizos. Tras sufrir un incendio que lo devastó casi por completo, el puente se reconstruyó a finales del siglo XX y actualmente ha recuperado su apariencia original. A la mitad del puente, te sorprenderá encontrar una torre octogonal: la Torre del Agua. Esta torre, en alemán Wasserturm, cumplió varias funciones diferentes en la antigüedad ya que sirvió a Lucerna de bastión defensivo pero también se utilizó como prisión y sala de torturas. Como puentes no faltan en esta ciudad, otro interesante puente que conecta las dos orillas de Lucerna es el SpreuerbrückePuente de los Molinos, que también formaba parte de la fortificación de la ciudad. Su nombre se debe a que se encuentra en un lugar donde antiguamente era habitual tirar los restos de la molienda. El puente de los Molinos sí se conserva intacto y en su interior cuenta con una pequeña capilla.

Si es agradable pasear por los puentes que atraviesan Lucerna, las plazas y calles del casco antiguo de la ciudad tampoco tienen nada que envidiarles. En una de las orillas del Reuss podemos encontrar edificios medievales muy bien conservados y una sucesión de preciosas plazas como la Plaza de los Molinos, la Plaza del Ciervo o la del Vino. Algunos de los edificios de estas plazas presentan unas pinturas impresionantes en sus fachadas. Basta con darse un paseo por estas calles para apreciar estos preciosos edificios entre los que destaca el antiguo Ayuntamiento, Altes Rthaus, de aire renacentista y coronado por una inmensa Torre del Reloj. A lo largo de la ciudad encontraremos también parte de la muralla que formó parte de la fortificación defensiva de la ciudad. La muralla cuenta a su vez con 4 torres entre las que yo recomiendo visitar sobretodo la de Zytturm, que posee el reloj más antiguo de la ciudad. Las vistas a las montañas, el lago y el resto de la ciudad son sorprendentes. Después de tanto andar es normal que uno esté cansado, así que para reponer fuerzas tras una larga excursión por la ciudad no hay nada mejor que tomarse algo en los bares y terrazas que inundan estas calles y plazas.


iglesia de los Jesuítas
En Lucerna también podemos visitar el Museo Picasso, Picassomuseum.  Se ubica en un edificio construido entre los siglos XVII y XVIII y se sitúa junto al Ayuntamiento. Yo no lo visité así que no puedo opinar demasiado sobre las obras que se exponen. Por otro lado, entre los edificios de culto destaca la iglesia de los Jesuítas, Jesuitenkirche, de estilo barroco y construida a orillas del Reuss en el siglo XVII. Se reconoce fácilmente por sus torres gemelas con cúpulas bulbosas verdes. Asimismo, la colegiata de San Leodegario presenta un estilo renacentista tardío y en su puerta principal los dos santos patronos de la ciudad protegen la entrada: San Leger y San Mauricio.


Y si hay algo por lo que destaca Suiza es por su extraordinaria naturaleza. Para disfrutar de estos paisajes verdes en Lucerna tenemos dos opciones:

1. Visitar el Jardín de los Glaciares, Gletschergarten. Este jardín, situado en las proximidades del lago, merece una visita no solo para disfrutar de la naturaleza sino además para conocer cómo era esta antigua zona glaciar de la ciudad. El parque también incluye un divertido laberinto y casas de época. A la entrada no podemos perdernos uno de los principales símbolos de Lucerna: el león herido. Este león tallado en la roca es un homenaje a los caídos suizos durante la Revolución francesa.

2. Subir al Château Gütsch. Algo más alejado del centro de Lucerna se encuentra el castillo de Gütsch, que actualmente funciona como hotel. La visita al castillo merece la pena ya que desde él se obtienen las mejores vistas de todo el cantón. Además, el castillo se encuentra rodeado de bosques y montañas donde se puede pasar un día tranquilo en contacto con la naturaleza (se puede subir en funicular).


No hay nada mejor que ver todo esto con los propios ojos, pero hasta que lo hagáis os dejo el siguiente vídeo:




Y HASTA AQUÍ LA VISITA A LUCERNA PERO AÚN PODEMOS VISITAR BERNA...
Entrada relacionada:
Berna: Patrimonio de la Humanidad

domingo, 21 de septiembre de 2014

Bolonia, Italia

Hoy viajamos en el tiempo desde los majestuosos castillos del siglo XVII hasta una de las ciudades más medievales de Italia: Bolonia.

Bolonia presume de tener el segundo casco antiguo de origen medieval más grande de Europa, siendo el primero el de Venecia, y su Universidad está considerada como la más antigua de Occidente. Entre los personajes célebres de Bolonia destaca Erasmo de Rotterdam, que pasó algunos años de su vida en la Universidad de la ciudad. Además de ser una ciudad cultural, también es el destino favorito de los estudiantes que salen al extranjero a completar sus estudios. En esta entrada os cuento lo mejor de Bolonia, empezando por lo que más me gustó: su gastronomía.
GASTRONOMÍA
Obviamente si viajamos a Italia, sea cual sea nuestra ciudad de destino, tenemos que probar la pizza y la pasta. En Bolonia encontraremos un montón de trattorias (restaurantes) que nos ofrezcan un sinfin de especialidades de pasta, pizza, etc. Sin embargo, yo recomiendo renunciar a todos los "lujos y comodidades" de una trattoria y pedirse una, dos, tres... porciones de pizza en la pizzería Altero. Estas pizzerías son pequeños locales que hay por algunas de las calles principales de Bolonia (hay una en la Via de l'Indipendenza) y que venden porciones de pizza para tomarlas en la calle. Las porciones no suben de 2€, aunque las hay más baratas según los ingredientes que elijamos, y están muy pero que muy buenas. Las porciones son cuadradas, como se deben servir las auténticas pizzas italianas, y los italianos suelen pedirse dos con diferentes ingredientes y unirlas a modo de una calzone. Definitivamente si un día decidís tomar pizza y no os importa tomárosla en la plaza o en un parque os recomiendo buscar uno de estos locales. También ofertan menús que incluyen una porción de pizza y un refresco, aunque no recuerdo el precio.

Y tras un buen almuerzo toca tomarse el postre o dejar sitio para la merienda... Sea para lo uno o para la otro yo me iría derechita a buscar una Nutelleria. Como su propio nombre indica, el ingrediente estrella es la nutella. Aquí encontraremos productos de todo tipo: pizzas de nuttella, batidos de nutella, caracolas rellenas de nutella, bombones... ¡Lo difícil es elegir lo que se va a pedir! Las pizzas están muy buenas, llevan la base normal de la pizza y en vez de queso y tomate están cubiertas de nutella, luego por encima se le puede echar azúcar glas, avellanas, lacasitos... Según me contaron solo existen 4 nutellerias en todo el mundo y una de ellas está en Bolonia (también en la Via de l'Indipendenza) así que podríamos decir que es una parada obligatoria para los amantes de la nutella.

Otro de los productos típicos en Bolonia es su famosa mortadela bolonesa, con Denominación de Origen. A mí es un embutido que no me gusta y no puedo opinar demasiado  porque no lo probé, pero mis familiares sí que puedieron degustarla y quedaron muy contentos. Se puede comprar en cualquier charcutería o supermercado de la ciudad y además la preparan muy bien para que aguante el camino de vuelta a casa en el caso de que queramos llevarnosla a nuestro país.

QUÉ VER

torres Asinelli y Garisenda
Due Torri (las dos torres): estas dos torres medievales son muy parecidas, aunque tienen diferentes alturas, y son los monumentos más característicos de Bolonia. La torre Asinelli tiene casi 100 metros de altura y una inclinación de algo más de 2 metros; desde ella se obtienen unas vistas preciosas de toda Bolonia. Por otro lado, la torre Garisenda no llega a los 50 metros de altura y está inclinada más de 3 metros debido a los numerosos terremotos que han tenido lugar en la ciudad a lo largo de los años.

Los pórticos: el casco antiguo de Bolonia está muy bien conservado, y prueba de ello son los numerosos pórticos con los que aún cuenta la ciudad. Prácticamente todas las calles están porticadas, lo que es muy útil en invierno para refugiarse de la lluvia y en verano para resguardarse del sol. Dentro de estos pórticos nos aguardan tiendas, restaurantes, pizzerías, kioskos de prensa, etc.

fuente de Neptuno
Piazza Maggiore (Plaza Mayor): gran parte del encanto de Bolonia se encuentra en esta plaza ya que a su alrededor encontraremos diversos palacios, pórticos o la basílica de San Petronio. Esta plaza es el punto de encuentro de la mayoría de los locales y siempre está abarrotada. Continua a esta Plaza Mayor está la Plaza de Neptuno, en la que predomina la fuente de Neptuno. Esta fuente es muy curiosa ya que en el centro se encuentra el dios del mar y rodeándolo hay cuatro mujeres que se creen que simbolizaban los cuatro continentes que se conocían en el siglo XVI, siglo en el que se construyó esta fuente.


basílica de San Petronio
Basílica de San Petronio: esta iglesia gótica, considerada como una de las iglesias góticas más importante del mundo junto con la catedral de Sevilla, se encuentra en la Plaza Mayor de la ciudad. Carlos V la elegió para su coronación como emperador en el siglo XVI. A pesar de ser de estilo gótico, su portada está adornada con esculturas propias del Renacimiento. Quizás el exterior no sea demasiado llamativo pero merece la pena entrar ya que el interior sí que es realmente bonito.
Palacio del Archiginnasio: en el siglo XVI se mandó a construir este edificio con el objetivo de que fuese sede de la Universidad de Bolonia. El palacio cumplió con su finalidad hasta principios del siglo XIX cuando dejó de ser Universidad para convertirse en la Biblioteca Municipal 


La Montagnola
Mercadillo de la Montagnola: en el parque de la Montagnola se monta todos los viernes y sábados un extenso mercadillo en el que se puede encontrar casi de todo. Predominan los puestos de bisutería pero también podemos encontrar adornos para las casas, ropa y calzado, juguetes... Hay una zona, que los propios italianos definen como "friky", en la que se pueden encontrar parches para la ropa de grupos de música, camisetas heavys, corsés, bolsos hechos con discos de vinilo, miniaturas de series como Star Trek, etc. La verdad es que merece la pena darse un paseo por este mercado en el que hay de todo y a buen precio. La única pega que le pondría es que si no dominas el italiano te pueden tangar porque los vendedores juegan mucho con el regateo y muchos de ellos ni se esfuerzan en hablarte en inglés o español aunque sepan.
Además de ser una ciudad realmente bonita, otro de los puntos positivos de Bolonia es su ubicación geográfica, ya que a tan solo unas horas en tren se puede llegar a otras ciudades como Venecia, Florencia o Parma.
¡Buen viaje!

 Entrada relacionada:
Venecia en 5 palabras

martes, 19 de agosto de 2014

Toma 2: luces, cámara, acción

Érase una vez una entrada en la que nos tomamos un capuchino en el café donde trabajó la soñadora Amelie Poulain, nos paseamos por el planeta Naboo de Star Wars o pasamos por delante de la casa del prota de Notting Hill... Y es que en Europa hay tantos escenarios que nos pasan desapercibidos en nuestras películas o series favoritas que a veces ni se nos pasa por la cabeza que puedan existir de verdad. Hoy os propongo escenarios reales de películas en Italia, Islandia, Alemania, España y Francia, ¿quién se apunta?

El talento de Mr. Ripley, Positano

Recientemente he visto la película El talento de Mr. Ripley y me llevé una buena sorpresa cuando descubrí que gran parte de la peli está rodada en Positano, uno de mis destinos favoritos de Italia.
Si hay una playa italiana que realmente merezca la pena visitar es la de Positano, en la costa Amalfitana, muy cerca de Nápoles. No es de extrañar que Anthony Minghella, el director de la cinta, eligiese este destino para rodar parte de la trama ya que el glamour, la tranquilidad y el buen rollo que desprende Positano eran clave en el argumento de la película y en la personalidad de los personajes.
La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, está construida en un acantilado. El nivel de vida de esta parte de Italia es algo elevado y quizás no todos nos podamos permitir pasar en la ciudad más de un día o dos, por eso, si estamos de paso en Nápoles, recomiendo ir a echar el día: disfrutar de sus playas, de sus calles empinadas, de las vistas... y de su gastronomía. Muy recomendadas tanto la película como el destino.

La vida secreta de Walter Mitty, ISLANDIA

Islandia... esa isla con tanto por descubrir y aparentemente inalcanzable... Si no tienes la posibilidad de visitarla, entonces puedes hacerte una idea de la biodiversidad de la isla viendo La vida secreta de Walter Mitty ya que la peli nos da la posibilidad de disfrutar, aunque sea desde el sofá, de la magnífica Islandia.
Aunque Islandia es mucho más que icebergs y volcanes, en esta película decidieron explotar únicamente estos recursos de la isla. Con el soñador Walter Mitty podemos disfrutar de la espectacular laguna del glaciar (Jökullasrlón) o de la cascada Skogarfoss. La mayoría de las localizaciones de la película no son de fácil acceso y solo se pueden visitar en 4x4 con un guía turístico o similar pero ¡es lo que tiene pasearse por un geiser!

Hable con ella, Córdoba



Esta vez nos quedamos con una película española: Hable con ella. La ganadora de un Oscar luce diferentes escenarios cordobeses a lo largo de la trama pero sin duda uno de los más llamativos y bonitos es el barrio de La Judería.
Tras casarse, Marco y Lidia recorren en coche algunas de las calles cordobesas hasta llegar a su destino. Entre estas calles destacan el puente romano y la Judería. La escena es breve pero se aprecia perfectamente la esencia de Córdoba. Otras escenas de la película se rodaron también en tierras cordobesas, como en Lucena.

The Tourist, París

En la entrada anterior (Toma 1: luces, cámara, acción) me pidieron una localización en una estación de tren. He pensado y pensado en alguna película en la que una estación ferroviaria tuviera un papel importante y la verdad no se me ha ocurrido ninguna con tanto peso. No obstante, la gare de Lyon de París puede presumir de haber sido pisada por una actriz de la talla de Angelina Jolie, y es que en The Tourist, el tren que parte de esta estación con destino a Venecia sí que juega un papel muy importante.
París cuenta con varias estaciones de trenes y la de Lyon, junto con Austerlitz, es la más utilizada cada día. La verdad es que el edificio es bonito, con la torre del reloj que se divisa desde lo lejos, y de hecho hay muchos turistas que lo fotografían como si se tratase de un monumento más. En la película, Elise (Angelina Jolie) acude a esta estación siguiendo las instrucciones de su ex-amante, un ladrón buscado por Scotland Yard, que le pide que se reúna con él en Venecia tras despistar a la policía. Los enredos que se suceden tras salir de la gare de Lyon son de lo más curiosos...

La Bella Durmiente, Baviera

Para terminar, vamos a sumergirnos en un cuento de hadas y princesas: La Bella Durmiente.
Walt Disney se inspiró en el majestuoso castillo de Neuschwanstein para que fuese el hogar de la princesa Aurora en su película de dibujos animados. Actualmente este castillo es uno de los más visitados de toda Europa y no es de extrañar, ya que además de ser una construcción espectacular se encuentra enclavado entre las montañas, rodeado de árboles y un lago. El interior del castillo se puede visitar por completo con una guía, no se puede visitar por libre. Además de encontrar cierta similitud entre este castillo y el de la película de Disney, también podemos encontrar una copia en el parque de atracciones de Disneyland Paris, que de nuevo hace las veces del castillo de la Bella Durmiente. Si visitáis la zona de Baviera os recomiendo al 100% visitar el castillo de Neuschwanstein, ¡no os dejará indiferentes!


castillo de Neuschwanstein
Disneyland














¡LUCES, CÁMARA, ACCIÓN!

Entradas relacionadas:
Toma 1: luces, cámara, acción
Toma 3: luces, cámara, acción
Toma 4: luces, cámara, acción

lunes, 14 de julio de 2014

Sevilla de la A a la Z

"Sevilla tiene un color especial" decían Los del Río. La verdad es que tiene un color, un olor y un sabor especial. De hecho, es imposible elegir un solo recurso para cada una de las letras del abecedario, hay tanto que ver, tanto que degustar en la ciudad... que a veces es imposible quedarse solo con una cosa. No obstante, lo intentaré:


Alcázar
El Real Alcázar de Sevilla es uno de los palacios más antiguos del mundo que, aún a día de hoy, se sigue utilizando. Los muros, estancias y jardines del Alcázar son el legado de las diferentes culturas que han pasado por Sevilla a lo largo de los siglos.  No sabría decir qué es más sorprendente si la muralla, sus verdes jardines y fuentes, sus patios o los maravillosos mosaicos que decoran parte de las estancias.

Banderas
El patio de Banderas es la mejor entrada para acceder al barrio de Santa Cruz tras haber visitado el Alcázar. Aunque se encuentra fuera del Alcázar, esta plaza de naranjos forma parte del palacio. Su nombre lo recibe de la tradición de colocar banderas para rendir homenaje al Rey cuando visitaba su palacio.


Catedral de la Santa Sede
La catedral de Sevilla, antaño mezquita almohade, ostentaba el título de la catedral más grande del mundo, hasta que fue destronada por San Pedro del Vaticano. No obstante, todavía hoy conserva el título de la catedral gótica más grande del mundo y está considerada Patrimonio de la Humanidad. Caben destacar, legado de la antigua mezquita, la Puerta del Perdón, el Patio de los Naranjos y el alminar, hoy en día convertido en campanario y conocido como La Giralda.
La entrada a la catedral y la Giralda cuesta 8€.

Doñana
El Parque Nacional de Doñana nos invita a convivir con la naturaleza en un paisaje en el que las aves son las protagonistas, de hecho el parque cuenta con un observatorio de aves. La diversidad del paisaje hace que este parque sea tan espectacular ya que en él podemos encontrar marismas, lagunas, pinares, dunas, playas, acantilados... El parque propone diferentes actividades para complementar la visita, siempre respetando la flora y fauna de la zona. De esta forma, podemos seguir las rutas a pie, en bici de montaña o a caballo pero también podemos hacer piragüismo o vela...
Estepa
Los meses previos a la Navidad son los mejores para hacer una visita a este pueblo sevillano, cuna de los mantecados, polvorones y alfajores. Algunas de estas fábricas permiten la visita y una breve degustación de sus productos estrella. Asimismo, Estepa es un lugar ideal para los amantes del turismo activo: se puede hacer rafting en el Genil o seguir algunas de las rutas de senderismo por la sierra.   


Feria de Abril
Concebida como una feria de ganado, la Feria de Abril se vive hoy en Sevilla de una forma muy diferente. No existe una fecha exacta sobre la celebración de esta fiesta, aunque suele ser durante el mes de abril. El "lunes del pescaíto", con el "alumbrao" del Real y la portada, da comienzo la Feria de Abril. Durante toda una semana el albero del Real se llena de gente, de trajes de flamenca muy variados, de coches de caballo, de rebujito... Bailar sevillanas, echar un buen rato con los amigos, soltar adrenalina en las atracciones de la "Calle del Infierno"... cada uno vive la Feria de una forma diferente. El punto y final lo ponen los fuegos artificiales del domingo.


Giraldillo
Si por algo es conocida Sevilla es por la Giralda, un campanario almohade declarado Patrimonio de la Humanidad, ¿pero qué es el Giraldillo? Es la escultura, que hace las veces de veleta, que corona a la Girlada. Existen diferentes versiones sobre la interpretación de esta escultura pero la más generalizada cuenta que representa a un ángel con estandarte, símbolo de la fe cristiana, que bautiza a la Giralda desde su punto más alto.


Huevos a la flamenca
Plato estrella de la gastronomía sevillana. Como un tradicional traje de flamenca, esta tapa incluye un gran colorido en sus ingredientes: huevos, guisantes, patatas, jamón, chorizo y salsa de tomate.
Itálica
A unos 8 km de Sevilla, en Santiponce, podemos disfrutar de las Ruinas Romanas de Itálica: ciudad que acogió a emperadores de la talla de Trajano y Adriano. Especialmente son de interés el anfiteatro y el teatro que se conservan en muy buenas condiciones.

Judería
Sería un delito visitar Sevilla y no darse un paseo por el Barrio Santa Cruz, antigua judería. Estas calles acogieron al escritor Washington Irving a su llegada a la ciudad antes de comenzar su andadura hasta Granada y en una de sus calles podemos apreciar la placa dedicada al autor estadounidense. No obstante, el Callejón del Agua o el Hospital de los Venerables son otros de los tesoros que esconden estas callejuelas. Lo mejor es no llevar mapa.


Leyendas
Sevilla tiene tantas leyendas que contar... Una de las más curiosas es la de La Bella Susona:
En el siglo XIV vivió en Sevilla Susana Ben Susón, la hija de un judío converso que quería hacerse con el control de la ciudad para acabar con la persecución de los suyos. La joven, en secreto, mantenía una relación con un joven cristiano de la realeza. En una de las reuniones que su padre mantenía con el resto de judíos, la joven escuchó que pretendían tomar la ciudad por la fuerza y acabar con los nobles. Susana corrió a avisar a su amado para que se salvase pero este delató el complot que se estaba llevando a cabo. Todos los conspiradores fueron ahorcados y Susana, sintiéndose culpable por la muerte de su padre, se retiró a un convento no sin antes ordenar que a su muerte separaran su cabeza del cuerpo y la expusieran en la puerta de su casa, en la calle Muerte del Barrio de Santa Cruz. Así se hizo, tal y como la chica ordenó. Actualmente en la calle que ahora lleva su nombre se puede ver un azulejo con una calavera en representación de este hecho fatídico para la familia Susón.
Otras de estas leyendas tan curiosas son la del Cachorro o la de la Calle Sierpes.


Museos
A los que les gusten los museos, disfrutarán de lo lindo visitando el Antiquarium, el museo Arqueológico, el de Bellas Artes o el de Costumbres Populares. El museo de Artes y Costumbres Populares merece ser visitado al menos por fuera, ya que su fachada es de lo más llamativa. El museo Arqueológico y el de Artes y Costumbres Populares se encuentran en el Parque de María Luisa por lo que no estaría de más darse un paseo por este bonito parque que desemboca en la Plaza de España.


Naranjos
Si hay algo que llama la atención en Sevilla es el gran número de naranjos que podemos encontrar en cada rincón de la ciudad. Y si bonita queda la ciudad con estas pinceladas naranjas, todavía es más bonita si cabe cuando el naranja se torna blanco y el olor a azahar inunda las calles sevillanas.

Ocio nocturno
Si hay dos zonas en las que mejor se vive la noche es en la Calle Betis y en la Alameda. Si bien es verdad que a lo largo de toda la ciudad podemos encontrar diferentes discotecas, bares y pubs donde tomarnos algo, estos dos lugares son los más frecuentados. En verano, las terrazas de los numerosos pubs de la calle Betis se llenan de gente que se quiere tomar una copita con unas vistas insuperables: el Guadalquivir, el Puente de Triana o la Torre del Oro. La Alameda también está plagada de bares y pubs con diferentes ambientes.


Plaza de España
Con motivo de la exposición iberoamericana de 1929 se construyó esta preciosa plaza ubicada en uno de los laterales del Parque de María Luisa. Lo más llamativo de esta plaza es la combinación de su fachada de ladrillo visto con los azulejos y adornos de cerámica que componen el recinto. En el centro de la plaza hay una gran fuente y los canales que rodean la plaza se pueden recorrer en barquitas de remo. Esta plaza ha servido de escenario a grandes películas como Star Wars o El Dictador.


Río Guadalquivir
Además de ser un gran protagonista en la ciudad, el Guadalquivir ofrece la posibilidad de conocer la ciudad de una forma diferente: haciendo piragüismo, alquilando una barca de pedales, mediante alguno de los cruceros que parten de la Torre del Oro... En verano se puede disfrutar de los pubs que se encuentran a orillas del río.



Semana Santa
Desde el domingo de Ramos las calles de Sevilla huelen a incienso, suenan saetas y música y se llenan de capirotes de diferentes colores y de imágenes que representan algunos pasajes de la Biblia... Toda una semana en la que Sevilla se presenta de una manera diferente, hasta que el domingo de Resurrección se pone fin a esta semana tan popular en la ciudad. El jueves y el viernes Santo no es de extrañar ver a algunas mujeres luciendo la mantilla. Durante esta fiesta predominan en la gastronomía el bacalao y las torrijas como postre.


Torre del Oro
Esta torre albarrana se sitúa a una de las orillas del Guadalquivir y, junto con otra que no se conserva actualmente, servía de torre defensiva ante los buques enemigos. Su nombre en árabe hacía referencia al brillo de sus azulejos sobre el agua del río, de ahí su denomación "del Oro". En el interior de la torre se puede visitar un pequeño museo naval (vale 3€, excepto los lunes que la entrada es gratuita). 


Universidad de Sevilla
Originalmente construida para albergar la primera fábrica de tabacos de Europa, este edificio del siglo XVIII es actualmente sede de la Universidad de Sevilla y se conoce como El Rectorado. La antigua fábrica de tabacos presenta una preciosa fachada que mezcla el estilo barroco y el neoclásico. La fachada más impresionante es la principal, en la que predominan la decoración y las esculturas de estilo herreriano. Está declarada Bien de Interés Cultural.


Yemas de San Leandro
Los dulces de convento predominan en cada rincón de la ciudad, pero quizás el más popular sea las yemas de San Leandro. Estas yemas, confeccionadas por las monjas del convento del mismo nombre, están hechas a base de huevo, azúcar y limón.


Zorrilla
Don Juan Tenorio, la popular obra de José Zorrilla, cobra gran protagonismo en Sevilla el 1 de noviembre. Durante todo el día, y de forma gratuita, en los puntos claves del centro de la ciudad (Las Setas, El Salvador, el Ayuntamiento, la Avenida de la Constitución, etc) se representan los diferentes actos de la obra teatral. Una forma diferente de conocer esta obra maestra tan ligada a esta ciudad. Además de estas representaciones, la ciudad acoge otras muchas actividades con esta misma temática.



Y hasta aquí la visita express a Sevilla. Si alguien quiere añadir algún recurso para las letras que faltan estaré encantada de que deje un comentario. Espero que la hayáis disfrutado.


¡Nos vemos en la próxima!


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